“Nunca fuimos felices arrodillados” Columna de Opinión de César Malato

“Jugar con fuego creyendo que se domina la llama es el error de todos los soberbios”. (Proverbio Chino).
El conflicto, cuando se lo usa como combustible, termina siempre incendiando a quien lo enciende.
Argentina esta inmersa en una profunda crisis política y económica, en el marco de una nueva “crisis de deuda” tal cuál lo advirtió CFK en Febrero del 2014: “Tomar capitales a préstamo para reemplazar los capitales destruidos por la crisis, no es remediar la pobreza, sino agravarla; la riqueza de otro no es la riqueza del país. La deuda representa más la pobreza que la riqueza. Endeudarse no es enriquecerse, sino exponerse a empobrecerse por la facilidad con que siempre se gasta lo ajeno”.
Como en varias disciplinas, en Argentina tenemos al “Campeón” y tal vez “Récord Guiness” en tomar deuda y timbearla con los suyos. Ni siquiera en estos casos aplicaron la famosa “teoría del derrame” acuñada en los ’90.
Luis “Toto” Caputo, actual Ministro de Economía desde que asumió Javier Milei hasta el presente, y entre 2015 y 2017 en la Presidencia de Macri (que es Mauricio), fue el funcionario en la historia argentina que más nos endeudó con deuda externa e interna improductiva. Caputo (versión Macri) fue el Ministro que más deuda externa tomó en la historia argentina en términos nominales y en el menor tiempo.
Solo Martínez de Hoz y Cavallo se le acercan si se mide el impacto estructural o proporcional al PBI.
Nada, nada, ni un solo dólar de esas mega deudas fue aplicada a la producción, el desarrollo social, la infraestructura, el equipamiento social, etc.
Luis Caputo con Macri (2016-2018): 143.000 millones de USS; Martínez de Hoz en dictadura (1976-1981): 37.000 millones de USS; Domingo Cavallo con Menem y después De la Rúa (1991-1996- 2001):80.000 millones de USS; Luis Caputo con Milei (2023-2025): 25.000 millones de USS, hasta Julio de este año.
*Se aclara que las cifras son relativas, y casi con seguridad inferiores a las reales, especialmente en los períodos de Macri y Milei en las cuáles hay un ocultamiento y entreverado de cifras, hecho a propósito para confundirnos.
“Con la tuya, la mía, la nuestra”.
(no apto para almas irritables).
Nuestro “Récord Guiness” o “Comprá Campeón”, como lo prefieras, es además récord en incremento de patrimonio propio. Tené en cuenta que en toda transacción de solicitud de deuda “alguien/es” cobran comisiones. Igual que cuando compras o vendés cualquier producto financiero. Pero más, por el volumen, por supuesto.
Si tomamos como punto de partida lo que declaró en fines de 2015-2016: hay artículos que reportan que en diciembre de 2015, Caputo declaró “más de $ 84 millones” (bienes, depósitos, dinero) y que en fines de 2017 había declarado casi $ 127 millones, lo que implica un crecimiento del 50 %.
Usando esa cifra inicial de $84 millones en 2015, y comparándola con los $11.851 millones declarados en 2024, multiplicó su patrimonio declarado por unas 141 veces en ese lapso.
De nuevo: en la actualidad tiene 141 veces el patrimonio con el que arrancó: “la casta tiene miedo” (que le agarre el bolsillo Luisito).
Nuestras rodilleras no siempre estuvieron gastadas. Nuestro País supo de decisiones soberanas, y otros Países hermanos latinoamericanos -en el marco de Gobiernos que se parecían a sus Pueblos- marcaron rumbos en el cual nos proponemos volver a mirarnos, ante una coyuntura que no tiene muchos caminos de resolución.
Tres casos, incluido el nuestro, muestran -tal vez- el único camino futuro, y el más estratégico:
1. Argentina. Default de 2001 (y suspensión parcial 2002-2005). Período: diciembre de 2001 a 2005. Eduardo Duhalde.
En medio del colapso económico y social, Argentina suspendió el pago de unos 100.000 millones de dólares en bonos soberanos, el mayor default de la historia hasta ese momento.
Tras la reestructuración de 2005 y 2010, Argentina logró una quita de cerca del 65% del valor nominal de su deuda, con una recuperación económica inmediata en los años siguientes.
2.Rusia. Default de 1998. Boris Yeltsin. Rusia declaró la suspensión del pago de su deuda interna denominada en rublos (los llamados GKOs) y postergó los pagos de deuda externa.
El rublo se devaluó un 75% y el sistema bancario colapsó, pero al año siguiente, con Vladimir Putin y el aumento del precio del petróleo, Rusia recuperó su soberanía económica y salió del control del FMI.
3. Ecuador. Default soberano de 2008.
Rafael Correa declaró “ilegítima” una parte sustancial de la deuda externa tras una auditoría oficial que concluyó que gran parte había sido contraída de forma fraudulenta o bajo condiciones abusivas. Monto suspendido: alrededor de 3.200 millones de dólares en bonos globales.
Ecuador recompró luego sus bonos a un 30% del valor nominal, reduciendo drásticamente su deuda y aumentando la inversión social.
El Movimiento Nacional se encuentra ya inmerso en la obligación histórica de proponer una efectiva resolución de estas encrucijadas.
La memoria no es nostalgia, sino base desde la cuál formularnos con fundamento como Nación independiente, integrada a un Continente común.
Supimos vivir bien y con dignidad sin deberle nada al mundo, cuando la palabra patria no se decía: se respiraba.
La deuda no es solo económica: es moral, es política, es histórica.
Poner de pie a nuestra dirigencia no es un acto de nostalgia, sino de justicia.
Argentina no necesita milagros, necesita memoria.
Y necesita coraje para hacer lo que nunca se hizo del todo: juzgar a quienes hipotecaron el futuro, y volver a levantar -con inclusión, con trabajo y con soberanía- la casa común que es de todos.

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